Valiente, cariñoso, vivaz, decidido y elegante. Estos 5 adjetivos son los que mejor definen a el dobermann. Con una expresión decidida e inquietante, es un perro de carácter enérgico, orgulloso e impulsivo, que, siempre que reciba un buen adiestramiento, se muestra estable, asentado y sociable. Ahora bien, si no se lo trata como se debe puede llegar a comvertirse en un perro agresivo, inestable y muy peligroso, debido a su enorme potencial físico
Necesita un dueño firme y tranquilo, que sepa imponerse con paciencia y sobre todas las cosas, afecto. Sumamente fiel, muy dependiente de la familia, demuestra una devoción ciega por su amo. Es un perro amigable y cariñoso sobre todo con los niños, aunque es necesaria la supervisión de los padres ya que el Dobermann tiende a jugar con mucha energía debido a su peso y musculatura, y puede derribar o golpear sin querer y poder hacer daño. Posee un sentido innato de la protección y en la mayoría de los casos, es muy desconfiado con las personas extrañas, llegando a parecer poco cariñoso o arisco, cuando en realidad no lo es en absoluto
Este perro es frágil y sensible desde el punto de vista emocional y no soporta las relaciones conflictivas. Necesita una buena socialización en todos los ámbitos para fomentar su convivencia y su equilibrio emocional, además del contacto amigable con humanos y otros animales. Siempre habrá de mantener su estabilidad emocional, aunque, si se lo descuida o lo trata mal, probablemente, se torne un tanto depresivo o agresivo. Ha sido considerado erroneamente un perro inestable, agresivo o peligroso, tendencia que hoy en dia esta desapareciendo. Extremadamente inteligente. Rápidamente comprende las situasiones. Un perro capaz de aprender más de 30 mandos diferentes.
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